domingo, 1 de julio de 2012

SUEÑO

Regresaste.

Una y otra vez

al muelle regresaste.

La antigua ancla

en su pedestal

te aguardaba.

Los lobos marinos

al sol holgazaneaban.

Las barcas pesqueras

en descanso estaban.

La quilla del catamarán

subía y bajaba,

bajaba y subía

con la danza del mar.

Regresaste.

Otra vez embarcaste.

Los ojos cerrabas

y soñabas que a tu lado

yo estaba.

Un ramo distraído

perdió un jazmín

que a tus pies

quedó dormido.

Tu mente voló hacia otros jazmines

que en tu lecho me aguardaban

aromatizando caricias

y del amor las delicias.

Una ola furiosa

Sobre la proa se quebró

y el sortilegio desarticuló.

Cerraste tu mano en el vacío:

aunque me soñabas

a tu lado yo no estaba.