domingo, 9 de septiembre de 2012

AUSENTE

Tu ausencia descolorida

como nube ya gastada

se pierde en la huella de mi vida.

Ni las más espeluznantes raíces

ni las sendas zigzagueantes,

desesperados matices

que trazó mi amargura,

pueden hoy poblar

la hiriente soledad y negrura,

herencia de lo que una vez

fue tu presencia.

Arrugas perladas

son testimonios de una vida

igual vivida.

Vela cobriza,

llamarada vivaz,

en mis sueños

sigue encendida.