¿En qué lugar se quebró la posibilidad del vuelo?
Elegiste no volar, no saber, creer que tenías las respuestas. O que no te interesaba conocerlas.
La playa fue lo mismo sin vos. El mar, también. La misma soledad que nos invadía estuvo allí. Contraponía mi serenidad a tu adrenalina, mi paso lento a tu vuelo rasante por la vida. Elecciones personales. Vectores que no coinciden. Está todo bien. Siempre ha de estar bien. Ni un sí ni un no. De acuerdo. En en
Buenos Aires las fotografías las tomó y trabajó otro profesional. Como ves, liberación absoluta.
No “hay soledad arrepentida”. Ni tu vida ni la mía fueron canciones. Y menos de amor.
Jugaste a encontrarme y agasajarme en Rosario. No te busqué para abrazarte en otro. No me agradan las cosas que parecen, que son como que…, que ocupan lugares prestados. Son o no son. No fuiste el compañero de vuelo. No fuimos más que la promesa de ser.
Olvidaba comentarte: me encontré con Robles. Te busqué en sus ojos. Vana tarea. Sos un eternauta.
Quizá algún día, en algún lugar, sin buscarnos nos encontremos…para seguir cada quien por su camino.
