miércoles, 1 de julio de 2020

IDENTIDAD







Judith miraba por la ventana. Sus ojitos brillosos de lágrimas inocentes, fijos se perdían en un punto más allá de todo. En su manita, un soldadito de plomo sufría la presión furiosa que la niña le imprimía

Su padre entró al recinto. Como un golpe asestado en pleno rostro percibió el desorden que por vez primera reinaba en la sala de juegos . Tambores destruidos, caballitos descuartizados, soldaditos descabezados se entremezclaban en una multiplicidad de trozos irreconocibles.
— ¡¡¿Cómo te has atrevido a esto, Judith?!! Serás castigada por el desprecio que significa hacia tus padres.

La niña se acercó a su padre. Clavando su mirada en el centro mismo de los ojos del hombre habló con voz queda:
— Buscaba una bailarina y un hada— dijo mientras alzaba el último soldadito quebrándolo en partes asimétricas.

Ante el silencio y la mirada impávida de su padre, la princesita se dirigió a la ventana y saltó al vacío


lunes, 23 de marzo de 2015

FINAL DE LA HISTORIA






Se tornó más liviana el alma al despojarse de los momentos compartidos, de los que provocaron sonrisas o lágrimas, ternuras o asperezas, estímulos o reproches. Las palabras perdieron su dimensión. Ahora sólo son signos trazados en hojas que ya no admiten agregados.

   Escrita la página final de nuestra historia, cobriza hoja que el otoño robó al arce y lanzó al agua, el libro comenzó a derivar por el río de la desmemoria.

miércoles, 18 de marzo de 2015

BLANCANIEVES FORMA UNA BANDA

   La presencia de Su Alteza Real en la morada de los enanos los dejó estupefactos y por ende, quedaron sin saber qué hacer, más que inclinar la cabeza ante la ilustre visitante.

-      -    Déjense de genuflexiones y pongámonos a trabajar

   Tan inesperado y abrupto inicio de conversación los turbó aún más. ¿Más trabajo? Recién llegaban, exhaustos, de las minas; la casa estaba aún desordenada y los alimentos en espera de ser preparados. ¿Qué querría ahora la caprichosa niña?

   Sin ambages, los reunió en torno a la mesa vacía, desplegó un gran (así les pareció a ellos) plano de las instalaciones del Banco Real en el cual estaban claramente señaladas las cámaras de  vigilancia, los pasillos, las tuberías del aire acondicionado, la ubicación exacta de la caja del tesoro.

   La idea era tan simple para la muchacha como inconcebible para los pequeños hombres: saquear la caja. De modo que, con autosuficiencia y dando el éxito por descontado, distribuyó a cada uno su función. Pasaron el resto de la noche repasando el proyecto, haciendo el simulacro de los pasos a seguir, reiterándolos hasta el hartazgo.






    Unas horas de sueño previo a la ejecución del golpe dejaron a los enanitos con bríos y seguros de sí mismos para desempeñarse en lo que vendría. Blancanieves no logró despertarse; parece que una manzana le cayó demasiado indigesta.