
En un lugar dijiste que vibramos en la misma sintonía… ¿Será porque compartimos ciertas competencias comunicativas? Por esa arista no vibramos en la misma sintonía: nos entendemos desde el desentendimiento originado en el hecho de no hacer explícito lo que suponemos obvio.
Sí latimos la vida desde el lugar de la soledad. Somos los eternos cuestionadores de actitudes que nos punzan ¿será que tenemos la susceptibilidad exacerbada, mal orientada? Nos pesa el ayer; la porfía vela nuestra mirada; no nos percatamos del sol que justifica la sombra que nos acosa. ¿Nos acosa…o nos empecinamos en vivir en el sotobosque? Será que no supimos construir puentes ¿O que nos negamos a transitar sendas ajenas y eso nos convierte en desadaptados emocionales?
¿Sabés? Dicen que hay un sol que sale para todos… A poco de aguzar la mirada brillan múltiples haces. ¿Vivir bien emocionalmente es hacer como si estuviéramos bañados en oro soleado? Ah! No, claro que no. Lo había olvidado: es dejar que esas cosas pasen de soslayo a nuestro lado si hacernos cargo de que nos rozan, sin percatarnos de algún que otro rasguño; tu dermis y la mía, roja y densa telaraña, ¡no existen!! No existen quienes no nos advirtieron con claridad que íbamos cuesta abajo, ni quienes pensaron que llevándonos en sus brazos aprenderíamos a caminar.
La estética el dolor. Poetas, músicos, artistas plásticos subliman su esencia como los sueños subliman nuestras demandas inconscientes.
¿Será que lo que buscamos anida en la cara oculta de la luna?
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