lunes, 23 de marzo de 2015

FINAL DE LA HISTORIA






Se tornó más liviana el alma al despojarse de los momentos compartidos, de los que provocaron sonrisas o lágrimas, ternuras o asperezas, estímulos o reproches. Las palabras perdieron su dimensión. Ahora sólo son signos trazados en hojas que ya no admiten agregados.

   Escrita la página final de nuestra historia, cobriza hoja que el otoño robó al arce y lanzó al agua, el libro comenzó a derivar por el río de la desmemoria.

miércoles, 18 de marzo de 2015

BLANCANIEVES FORMA UNA BANDA

   La presencia de Su Alteza Real en la morada de los enanos los dejó estupefactos y por ende, quedaron sin saber qué hacer, más que inclinar la cabeza ante la ilustre visitante.

-      -    Déjense de genuflexiones y pongámonos a trabajar

   Tan inesperado y abrupto inicio de conversación los turbó aún más. ¿Más trabajo? Recién llegaban, exhaustos, de las minas; la casa estaba aún desordenada y los alimentos en espera de ser preparados. ¿Qué querría ahora la caprichosa niña?

   Sin ambages, los reunió en torno a la mesa vacía, desplegó un gran (así les pareció a ellos) plano de las instalaciones del Banco Real en el cual estaban claramente señaladas las cámaras de  vigilancia, los pasillos, las tuberías del aire acondicionado, la ubicación exacta de la caja del tesoro.

   La idea era tan simple para la muchacha como inconcebible para los pequeños hombres: saquear la caja. De modo que, con autosuficiencia y dando el éxito por descontado, distribuyó a cada uno su función. Pasaron el resto de la noche repasando el proyecto, haciendo el simulacro de los pasos a seguir, reiterándolos hasta el hartazgo.






    Unas horas de sueño previo a la ejecución del golpe dejaron a los enanitos con bríos y seguros de sí mismos para desempeñarse en lo que vendría. Blancanieves no logró despertarse; parece que una manzana le cayó demasiado indigesta.

ENIGMA DEL PUNTO


  
El profesor terminó la clase dejando una actividad para los alumnos, un texto breve en que sólo faltaba colocar un punto: “Un señor tenía dos chanchitos y la madre del señor era también el padre de los chanchitos.”

   Luego de escuchar pacientemente las quejas por la dificultad de la tarea, se   analizaron las resoluciones  propuestas para la actividad.
  Unos propusieron ubicar el punto detrás de de la palabra  ”chanchitos”, con lo cual al leer resultaba que “ Un señor tenía dos chanchitos.Y la madre del señor era también el padre de los chanchitos”… Otros optaron por colocar el esquivo punto detrás de la segunda  vez que se nombraba “señor”; entonces la expresión resultante insinuaba que el susodicho “Un señor tenía dos chanchitos y la madre del señor . Era también el padre de los chanchitos”.

   Ante el estupor de los chicos, hijos de los ricos estancieros de la zona, el hijo de un puestero se hizo acreedor a un lechón listo para ser consumido con su familia como premio  por la sagacidad con que resolvió el ejercicio: Un señor tenía dos chanchitos y la madre. Del señor era también el padre de los chanchitos”


UN PAR DE OJOS AZULES

   
¿Te conté? Creo que no. Cuando era muy  pendejo todavía, como de unos quince años, vivía con mis viejos en Barker. A esa edad ya trabajaba; fue mi época de basurero: la municipalidad nos había contratado a otros dos vagos y a mí para recoger la basura domiciliaria. Me acuerdo que uno manejaba el tractor; el otro me tiraba los tachos de basura  y yo los vaciaba en el carro para llevarlo al basural después.

   En una de esas vacié un tacho en el que había un muñeco de grandes ojos azules. Me llamó la atención el realismo del muñeco.  Los recipientes me seguían llegando y continuaba vaciándolos. Por supuesto que los dos ojazos azules quedaron tapados por más y más basura.


   Nunca pude olvidar esos ojos. Pasaron los años y se inició  la comezón de la duda: más parecía un bebito que un juguete:¡ había una mirada desde esos retazos azules! Me pregunto si el tiempo, misericordioso médico, habrá borrado de mis oídos los  posibles vagidos o hasta el  llanto. O si habría estado ya muerto. 

LOBO FEROZ



“Feroz” me endilgan sólo porque a algún trasnochado se le ocurrió que me comí a una anciana y pretendí dar cuenta de una niña. Una niña que sólo existe en los cuentos y yo soy un animal real, de cuatro patas y un hocico, pelaje suave y aúllo a la luna y todo eso.

¡Feroz! Feroces son los hombres que se matan entre sí, que se hamacan en la corrupción, que utilizan mal los recursos y nada les importa aún a sabiendas de que están hipotecando el futuro de su especie.
¡Comerme a una anciana y a una niña! Con las zorras que se comen a cada incauto y los zorros que se pasan a sabe Dios cuántas niñas por la internet ¡

Vamos, que una anciana, carne dura… ¡con las gamas frescas y nuevitas que hay en este prado! Hace días por las noches me aparto de la manada, me acerco al abrevadero sólo por ver a una gama. Ahhhh, creo que me estoy enamorando de ella. Su figura es tan esbelta, tan brillosos sus ojos, tan sutil el movimiento de las aguas cuando bebe…

Soy cauteloso, no vaya a ser que la brisa delate mi presencia en las cercanías y huya entonces. Hasta creo que mis pupilas revolotean cuando ella, la dueña de mis anhelos, aparece.

Días pasados, el dueño de este predio, que es un coto de caza, recibió a unos cazadores provenientes de Europa. Ustedes saben cómo funciona esto:  los cazadores pagan fortunas por dejarse guiar hasta el sitio exacto en donde con seguridad cobrarán sus piezas. Claro que luego se autoproclaman “deportistas”. Desconocen  el olor característico de los animales (para eso están los perros), lo que es seguir una pista, tomar un atajo, no, no, si para todo eso están los perros, ellos apuntan y a la bolsa con la pieza.

Bien, les comentaba porque viene al caso: estaban detrás de  los cérvidos. Mi corazón se atropellaba al latir, no quería perder a la dueña mis horas. ¡Qué encrucijada! No podía advertirle a ella, obviamente y tampoco dar cuenta de los visitantes. Se me ocurrió inutilizar a los perros: a uno dejé manco, tuerto a otro, sin nariz al tercero. Conclusión: los forasteros disgustados y el local, decidido a borrarme del mapa.

Aún no me halló. Los perros están recuperándose, los visitantes se fueron sin abonar, el dueño mastica bronca y yo…visito todas las noches el abrevadero donde bebe mi deliciosa gama


ESPERANZA






Cuando el absolutismo monárquico de la Desolación se instaló en el mundo, Pandora puso boca abajo su caja y la sacudió. Entonces,  despertóse de su letargo  Esperanza,  se  situó sobre su arcón y dio comienzo a la ceremonia ritual.

Sin prisa, meditando bien sus elecciones, emprendió la tarea de lanzar sobre el paisaje devastado burbujas de mansedumbre, de melodías, de juegos, de armonías, únicos toques de luz que la brisa dispersaba entre el angustiante sepia  y el abrumador gris que teñían el entorno.

Volvieron a asomarse las aguas; estallaron los colores y aromas en forma de frondas y pétalos; otra vez los prados recibieron al ganado. Quedó reinstaurada la plenitud de la vida.


Cuando el hombre dejó de regir su orden social por la solidaridad, la mirada de Esperanza fue certero estilete en los ojos de Pandora.